Un poco de lo que vivo todos los días, y una frase que escuché y me quedó haciendo eco.

Palabras viejas que todos los días aparecen abajo de mi almohada escritas en una servilleta y con crayón. Todos los días las leo, pero hoy siento que algo cambió. Capaz...

Hace más o menos dos meses escribí esto. Hoy, que ya pasaron hace bastante las fechas que tanto me hacían volar la ansiedad, que ya estoy al doble de lo que esperaba, veo un cambio. Y la verdad que, nunca mejor utilizado, "no es lo que esperaba (por suerte), pero estoy satisfecha".

No sé si fue un sueño causado por una mini siesta, pero mi bondi salió volando y fue a un montón de lugares. Ya lo entendí.

No busco deprimir a toda la generación (ni a la porción de ella que me escucha). Quería expresar un poco todo lo que estos sintiendo entre ansiedades y encierros.

De la estación La Plata a Tolosa hay más o menos dos minutos de distancia, más o menos 20 cuadras, pero te puedo jurar que si me pega el humo de un Philips convertible en la cara puedo sentir que pasan dos horas.

Ansiosos (los diagnosticados y los que no, también), esta va para nosotros.

¿Habré llegado por fin a esa parte de la historia donde alguien habla de su ex y yo no me pongo a contar nuestra historia? Por lo menos hoy...

Algunos días me agarra la extrañitis aguda y pienso en esa gente que puede extrañar sin dolor. ¿Será que no podemos amar sin poseer?

Hoy, entre la inseguridad, el (des)amor propio, y otras afecciones...