La idea de crear máquinas pensantes ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. En la mitología griega nos encontramos a Talos, un gigante de bronce creado por Hefesto para proteger Creta,
Dejando a un lado la mitología y buscando en la historia, nos encontramos a Aristóteles, quien hace unos 2300 años ya pensaba en convertir en reglas la mecánica del pensamiento humano
En la Edad Media, alquimistas y filósofos soñaban con homúnculos, seres artificiales creados en laboratorios, y un mallorquín polifacético Ramon Llull diseñó una máquina a la que puso por nombre Ars Magna, que era capaz de realizar demostraciones lógicas para validar o refutar teorías, y que está considerada como la primera máquina capaz de utilizar la lógica matemática para producir conocimiento.