El tiempo
del boogaloo coincidió también con el comienzo de la casa discográfica Fania
Records, que encontró un campo expedito de músicos jóvenes en Nueva York para
fichar y llevar a los primeros lugares de la escena a una generación brillante.
De esa camada quedaron los que posteriormente serían integrantes de la Fania
All Stars, pero otros grabaron poco y salieron de la escena principal de
actividad. Años intensos, pues, pero llenos de talento y grandes creaciones. El
conguero George Guzmán fue uno de estos últimos. Para la historia quedan dos
trabajos: In Line e Introducing George Guzmán, su debut del que hablaremos hoy
en La Hora Faniática.