En un mundo lleno de confusión, en el que los valores y principios están de cabeza, los seguidores de Cristo deberían ser luz. A eso estamos llamados; pero tal parece que esa confusión viene minando aún a aquellos que deberían hacer la diferencia.
En un mundo lleno de confusión, en el que los valores y principios están de cabeza, los seguidores de Cristo deberían ser luz. A eso estamos llamados; pero tal parece que esa confusión viene minando aún a aquellos que deberían hacer la diferencia.