
Sign up to save your podcasts
Or
El Centro Histórico es un reflejo nítido de nuestro propio proceso cultural, con sus contradicciones, derrotas y resistencias. Una especie de representación viva de nuestra historia, con todo lo que implica. Es este el mismo sitio que se deshabita a paso lento y contundente, pero que también sostiene las memorias más importante de qué fue la ciudad y, en consecuencia, de quiénes fuimos nosotros.
Silenciosamente, las historias nos recuerdan que muchas de las circunstancias que nos atraviesan hoy son una expresión distinta de procesos que ya han sucedido. La cultura se renueva constantemente y existen pistas en la memoria colectiva que nos recuerdan cómo se puede construirla en conjunto.
En esta continuación del Parletón con Javier Cevallos Perugachi, hablamos sobre estas pistas. Sobre la necesidad del diálogo para la negociación cultural, la importancia y riqueza de la migración y las brillantes reminiscencias escondidas de los procesos pasados. ¡Muchas aparecen hasta en la comida!
No se pierdan el cierre del segundo Parletón. Un desenlace irónico, preciso y afilado. A la altura de nuestro invitado
El Centro Histórico es un reflejo nítido de nuestro propio proceso cultural, con sus contradicciones, derrotas y resistencias. Una especie de representación viva de nuestra historia, con todo lo que implica. Es este el mismo sitio que se deshabita a paso lento y contundente, pero que también sostiene las memorias más importante de qué fue la ciudad y, en consecuencia, de quiénes fuimos nosotros.
Silenciosamente, las historias nos recuerdan que muchas de las circunstancias que nos atraviesan hoy son una expresión distinta de procesos que ya han sucedido. La cultura se renueva constantemente y existen pistas en la memoria colectiva que nos recuerdan cómo se puede construirla en conjunto.
En esta continuación del Parletón con Javier Cevallos Perugachi, hablamos sobre estas pistas. Sobre la necesidad del diálogo para la negociación cultural, la importancia y riqueza de la migración y las brillantes reminiscencias escondidas de los procesos pasados. ¡Muchas aparecen hasta en la comida!
No se pierdan el cierre del segundo Parletón. Un desenlace irónico, preciso y afilado. A la altura de nuestro invitado