La biblia habla que la recompensa de los perezosos es la pobreza y destrucción, hace una amonestación contra la pereza y la falsedad (Proverbios 6:1-19), condena el uso de la brujería y el ocultismo porque son inspiradas por el diablo para la división y destrucción de la humanidad.
Dios promete bendiciones inimaginables más allá de nuestras capacidades, más profundos de nuestro corazón. Solo para los que fielmente siguen sus mandamientos. Es por medio de su palabra que dice en 3 Juan 1:2 “Amado yo deseo que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” es esa bendición que aún sin merecerla a Dios le da la gana dárnosla.