Jessie Penn Lewis, la sierva que influyó en la vida de muchos. Cuando ella le suplicó a Dios por el revestimiento del Espíritu, Él comenzó a trabajar con ella en su carácter, orgullo, vanidad y otras conductas. ¿Estaría dispuesta a ser impopular? ¿A sufrir oposición? ¿Ser rechazada? Un día de mayo, cuando estaba a punto de tomar su café, tuvo una percepción tan gloriosa de Cristo en su espíritu que salió corriendo de la mesa y entró en la habitación, se arrodilló y adoró al Señor. Desde ese día, todo ha cambiado en su vida. La Biblia se convirtió en un libro lleno de luz, y Cristo se volvió tan real y presente que no podia explicar. Cuando fue a la clase de Biblia para ministrar, habló con tanta libertad que muchos estaban llenos de convicción de pecados en todas partes. Se sintió la presencia de Dios y las vidas de los demás se transformaron. Tuvo una gran influencia en el avivamiento de Gales en 1904, como en la vida de Evan Roberts, y también con sus escritos, en la vida de Wachtman Nee en China. Dios en su misericordia nos permite estar desesperados en oración por un avivamiento que nunca llega, hasta que Él mismo nos revela que nuestro problema es más que la oración; ES PECADO. Dios nos muestra falta de amor, intriga, resentimiento, odio, deshonestidad, grandeza, vanidad, maldad, crítica. Pasamos la mayor parte de nuestras vidas hablando mal de los demás, sacando a la luz el defecto de los demás, comentando las faltas, pecados y errores de los demás. El Espíritu de Dios no lo tolera; Tenemos que arrepentirnos. Escucha👆🏽Misionero Geraldo Nunes, Santa Cruz, Bolivia, Sun. 12/7/2020