Hace unos días hice una publicación en mis redes que rezaba "no hay un Jesús sin una María". Y aunque muchos se fueron para los extremos de lo que se pretendía decir, la reflexión se centraba en el ejercicio de María de maternar a Jesús.   

Se me hace interesante cómo con constancia cualquier alusión a María como madre es atacada por el cristianismo protestante. como si se quisiera silenciar su papel fundamental en el cuidado de Jesús como proceso de humanidad. La verdad es que ese papel fue primordial en la materialización de la voluntad divina.   María no sólo fue una encubadora para que Jesús creciera en ella, ella fue su sustento, su cuidadora, fue el afecto maternal que necesitó para crecer con emociones firmes.   

No hay un Jesús sin una María. No hay un Jesús sin los cuidados de su madre.  

Créditos a mi esposa. Algunas de las ideas que mencionó las dijo ella en medio de una conversación al respecto.  La música usada en este Podcast ha sido tomada con permiso previo de la mejor banda con contenido de amor por Dios, propio y por el otro que uno pueda conocer en la vida Armir La Banda.