Josué 13: ¡Todavía queda mucho por hacer!

Josué 13:1‭-‬8 RVA2015:
Siendo Josué ya viejo y de edad avanzada, le dijo el SEÑOR: “Tú eres ya viejo y de edad avanzada, y queda todavía muchísima tierra por conquistar. Esta es la tierra que queda: “Todos los distritos de los filisteos y todo el de Gesur: Desde Sijor, al oriente de Egipto, hasta el territorio de Ecrón, al norte, que se considera de los cananeos; los cinco distritos de los filisteos (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat y Ecrón) y la tierra de losaveos, al sur; toda la tierra de los cananeos, y desde Ara, que pertenece a los sidonios, hasta Afec, hasta la frontera de los amorreos; la tierra de los de Biblos; todo el Líbano al oriente, desde Baal-gad al pie del monte Hermón, hasta Lebo-hamat; todos los que habitan en la región montañosa desde el Líbano hasta Misrefot-maim, y todos los habitantes de Sidón. A todos estos yo los arrojaré de delante de los hijos de Israel. “Tú, pues, solo da la tierra por sorteo a Israel como heredad, como te he mandado. Reparte esta tierra como heredad entre las nueve tribus y la media tribu de Manasés; porque la otra mitad de esta tribu, los rubenitas y los gaditas ya recibieron su heredad, la cual les dio Moisés en el lado oriental del Jordán. Moisés, siervo del SEÑOR, se la dio
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Aquí vemos a un Josué ya avanzado en edad, que ha dedicado todos los días de su vida peleando las batallas del Señor y conquistando la tierra prometida, batalla por batalla, y preparando lugar para las tribus de Israel.
Pero como la visión era grande y las fuerzas limitadas, llegó el tiempo donde Josué ya no podía conquistar más tierras por él mismo. Por eso Dios le dijo que ahora haga un sorteo y reparta por tribus las regiones que están pendientes por conquistar y que anime al pueblo a que sigan conquistando la tierra para que habiten en ella conforme el Señor le ha indicado.

Esto nos enseña a que los planes de Dios son a largo plazo pero también son muy grandes, que tal vez no veremos la obra completa de nuestra visión. Es por eso que los apóstoles siempre tenían discípulos bajo su cargo para entrenarlos en la labor misionera. En la actualidad también muchos misioneros llegan a una edad avanzada y siguen viendo cómo la iglesia se sigue expandiendo y creciendo, pero nunca la verán estancada o muerta porque muchos que vienen de la siguiente generación continuarán ese legado del trabajo que se hizo por años.

Quisiera que hoy nos visualicemos y que miremos cómo vamos a organizar nuestras vidas para que nuestros hijos continúen lo que hemos comenzado en nuestro servicio a Dios.
Piensa en esa persona que será la que te reemplace cuando, por alguna razón, ya no estés en la tierra.
¿Quién seguirá tu misión? ¿Quién mantendrá tu legado? No esperes a estar en una edad avanzada para pensar en esto. Capacita desde ahora a tu familia, tus hijos, para que ellos se conecten con la labor, que puedas transmitirles la pasión que tú sientes. Que lo que comenzaste alguien más lo expanda y lo perfeccione.
Josué y Caleb fueron un modelo a seguir y una motivación para la siguiente generación. ¿Estás tú haciendo lo mismo?

Pablo pasó su legado a Timoteo. Lo animó y lo afirmó en su llamamiento, y Timoteo fue fiel y siguió los pasos de su padre espiritual y mentores.
Leamos 1 Timoteo 6:11-12: "Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado y confesaste la buena confesión delante de muchos testigos."

Y en momentos de dificultad Pablo siempre le daba palabras de fortaleza, recordándole su misión y visión. Leamos 2 Timoteo 1:6-8: “Por esta razón, te vuelvo a recordar que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de...