Notas en Español e inglés 👇
Josué 3: El que abre caminos en medio de las aguas.
Josué 3:1-8:
Josué se levantó muy de mañana y partió de Sitim con todos los hijos de Israel. Llegaron hasta el Jordán y pasaron allí la noche antes de cruzarlo. Después de tres días, los oficiales pasaron por en medio del campamento y mandaron al pueblo diciendo: —Cuando vean que el arca del pacto del SEÑOR su Dios es llevada por los sacerdotes y levitas, ustedes partirán de su lugar y marcharán en pos de ella, para que sepan el camino por donde han de ir; porque ustedes no han pasado antes por este camino. Pero entre ustedes y el arca habrá una distancia de unos novecientos metros. No se acerquen a ella.
Y Josué dijo al pueblo: —Purifíquense, porque mañana el SEÑOR hará maravillas entre ustedes.
Luego Josué habló a los sacerdotes diciendo: —Tomen el arca del pacto y pasen delante del pueblo.
Entonces tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo. Y el SEÑOR dijo a Josué: —Desde este día comenzaré a engrandecerte ante los ojos de todo Israel, para que sepan que como estuve con Moisés, así estaré contigo. Tú mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: “Cuando hayan llegado hasta la orilla de las aguas del Jordán, se detendrán en el Jordán”.
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En este capítulo vemos el primer paso de fe que el pueblo daba hacia la tierra prometida, cruzando el Jordán que actuaba como frontera de la tierra que debían conquistar, prometida por Dios.
¡Esto lo harían de forma milagrosa! Para mostrar su poder ante el pueblo y también para confirmar la autoridad de Josué como el elegido para guiar al pueblo, Dios revela a Josué su plan para hacerlos cruzar el río caudaloso del Jordán.
En ese tiempo que el río estaba con toda su fuerza, Dios decidió cruzar a su pueblo sin que se mojaran, de la misma forma que 40 años atrás lo hizo con los antepasados cruzándolos por el Mar Rojo, abriéndolo para que la multitud pasara de la esclavitud a la libertad. ¡Y en esta ocasión estaban pasando de la libertad a la plenitud!
Lo hermoso de este milagro es su representación para que nosotros podamos imitarlos.
Los sacerdotes llevaban el arca al frente del pueblo. El arca les abriría el camino perfecto y seguro para que cruzaran sin peligro. Una vez más Dios les abriría el camino donde ellos debían cruzar. ¡Los pies de los sacerdotes tocaron las aguas y las aguas se detuvieron río arriba! Las aguas se represaron y el pueblo pasó a salvo.
¡Qué hermoso es meditar en la forma en que Dios obra a favor nuestro! Por medio de milagros y maravillas Dios nos demuestra que Él todavía tiene el control de nuestras vidas, que nos guía por lugares inimaginables, usando estrategias que nadie había entendido antes y haciendo realidad lo imposible. ¡La Biblia dice que Dios es el mismo de ayer y de hoy!
Yo te animo para que clamemos al Dios de Israel, para que muestre su poder en nuestras vidas y en la de nuestras familias. Pero debemos ponerlo a Él primero, que Él esté delante de nosotros. Recuerda que el arca era un cofre donde estaban la ley, el maná y el bastón de Aarón adentro.
Si la Palabra de Dios va delante nuestro, si recordamos que el Señor es nuestro proveedor, y que Él hace cosas maravillosas, y que nos ha elegido y ungido como sus hijos, podemos vencer con confianza cualquier clase de obstáculo y atravesar cualquier mar de pruebas que se nos presente. Si te encuentras frente a un río impetuoso como el Jordán, clama a Aquel que abre camino en las aguas, como lo dijo el profeta Isaias en Isaías 43:16: “Así ha dicho el SEÑOR —el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas;..”
Y también como lo dijo el profeta Miqueas en Miqueas 2:13: “El que abre camino subirá delante de ellos y abrirán brecha. Pasarán por las puertas y saldrán; su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos irá el SEÑOR”.