Quería ser médico, fue enfermero, pero en aquella adolescencia suya en el pueblo de Melchor Romero, creció la necesidad de ser actor. De padre peruano, con su niñez afincada en Cuzco, Juan Palomino volvió a la Argentina –país donde nació-, para desarrollarse en el otro lugar del mundo donde lo llamaba su sentido de pertenencia. Pronto extendió sus compromisos con la impronta latinoamericana. Su modo de expresión originario fue el teatro, con aportes inmediatos y frecuentes en cine, radio, y también música, con su colaboración con la banda "Los negros de miércoles". Siempre con gran personalidad y reconocimiento del público.