Jueces 14: La voluntad de Dios permisiva.
Jueces 14:1-4:
Entonces Sansón descendió a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. Cuando regresó, se lo contó a su padre y a su madre, diciendo: —He visto en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. Ahora pues, tómenla para mí por mujer.
Pero su padre y su madre le dijeron: —¿No hay una mujer entre las hijas de tus parientes ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos?
Pero Sansón dijo a su padre: —Tómala para mí, porque ella me gusta.
Su padre y su madre no sabían que esto provenía del SEÑOR, quien buscaba un motivo contra los filisteos. En aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel.
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En este capítulo vemos a un Sansón que ya había crecido, y estaba en la época del enamoramiento. Ya era un joven que estaba buscando esposa y esperaba encontrar una pero de forma que no era correcta. Él deseaba tener una mujer filistea, del pueblo que era enemigo de los israelitas y que los tenía subyugados.
Dios permitió que Sansón pidiera en matrimonio a una mujer filistea, no porque fuera correcto sino que quería aprovechar la imprudencia de Sansón para castigarlos por sus injusticias.
El papá de Sansón trató de persuadirlo porque sabía que esto traería un gran problema a la vida de Sansón. En la despedida de soltero, lo que comenzó como un juego terminó en tragedia.
Es por eso que este consejo para los jóvenes es muy importante. Cuando se vayan a unir a una persona, primero deben ver que tenga las mismas convicciones y principios que tú. También deben ver con qué clase de personas se asocian, pues estas mismas personas nos pueden engañar y la desilusión será muy grande.
Otra cosa que podemos ver aquí es que Dios usa las debilidades para cumplir su propósito. Dios hubiera podido usar otros medios para provocar a los filisteos pero, ya que Sansón había caído en esta debilidad y su soberbia lo impulsó a quebrantar la ley, Dios siguió usando a Sansón a pesar de su pecado, pues Dios ya había advertido al pueblo de Israel de no mezclarse con pueblos paganos.
El Señor es paciente y compasivo con cada uno de nosotros, amándonos y ayudándonos a cambiar muchas cosas en nuestras vidas. Aunque no somos perfectos, el Señor nos seguirá usando para que sus propósitos divinos se cumplan en la tierra y, a la misma vez, nos permitirá sufrir las consecuencias por nuestros actos. En la teología se le llama "la voluntad de Dios permisiva".
Es por eso que Dios permitió que Sansón experimentara la decepción de haber confiado en personas sin temor de Dios, sentir la traición de su suegro dando su hija a otro hombre y el dolor por haber desobedecido a su padre.
Si pasas por una experiencia similar, no continúes en ese camino. Aprende del dolor y de los errores y no los vuelvas a cometer. En vez de culpar a otros, llenándote de amargura en contra de la gente, más bien reconoce que esa acción fue una decisión equivocada e imprudente, sea que hayas tomado la decisión por ignorancia o por un impulso de altivez o conciencia. Dios te ama tanto que te permite pasar por la consecuencia, sufrir la pérdida, y te da una nueva oportunidad de enmendar el error, alejándote de ese mal camino, cortando con malas amistades que te rodean, arrepintiéndote por todo el daño que te hiciste y que le hiciste a los que te aman, y volviendo una vez más al camino de la vida, la verdad y al plan de Dios contigo.
Como dijo el apóstol Pablo a los Corintios acerca de este tema en 1 Corintios 3:14-16: “Si permanece la obra que alguien ha edificado sobre el fundamento, él recibirá recompensa. Si la obra de alguien es quemada, él sufrirá pérdida; aunque él mismo será salvo, pero apenas, como por fuego. ¿No saben que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en ustedes?”
Soy Eduardo Rodríguez. Que el...