Jueces 20: Saca tu viga primero.

Jueces 20:23-‬29 RVA2015:
Entonces subieron todos los hijos de Israel y todo el pueblo, y fueron a Betel. Lloraron, permanecieron allí delante del SEÑOR, ayunaron aquel día hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante del SEÑOR. Los hijos de Israel consultaron al SEÑOR. (El arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días; y Fineas hijo de Eleazar, hijo de Aarón, servía delante de ella en aquellos días). Ellos preguntaron: —¿Volveremos a salir a la batalla contra los hijos de Benjamín, nuestros hermanos, o desistiremos?
Y el SEÑOR respondió: —Suban, porque mañana yo los entregaré en su mano. Entonces Israel puso gente emboscada alrededor de Gabaa.
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En este capítulo podemos ver el punto más bajo de Israel en la época de los jueces. Sin Dios, sin ley, y cada día degradándose más, alejados de Dios.
En un suceso trágico donde los israelitas cometieron toda clase de abusos y vejámenes contra sus propios hermanos, y cayendo en un lugar de inmoralidad y criminalidad extrema, los israelitas tocaron fondo y reaccionaron indignados ante ese acto repugnante.
Qué triste es decidir tomar una acción de cambio, buscando enmendar los errores cuando ocurre una tragedia primero.
Ellos se levantaron para ir a atacar a la tribu de Benjamín y tratar de hacer justicia y juicio sobre los criminales.
Aquí podemos ver que, aunque era una acción necesaria, ellos no consultaron a Dios primero. Solo le "informaron" y pidieron dirección sobre quién iría primero.
Dios permitió que fueran y sufrieron pérdida. La segunda vez también preguntaron a Dios si subían otra vez y Dios les dijo que si eso querían, pues que subieran.
Después de otra derrota, ellos cayeron en cuenta que debían acercarse a Dios debidamente, trayendo las ofrendas debidas y humillando su corazón en ayuno y oración.
Esta es una gran lección para los cristianos que desean hacer la voluntad de Dios pero olvidando el orden que Dios quiere que lo hagamos; debemos primero vivir conforme a Su voluntad antes de juzgar y pretender enseñarles a otros cómo hacer justicia y en verdad.

Esto me recuerda a la vida de David cuando él estaba en pecado y había cometido una de las más graves faltas de su vida que aprenderás más adelante. Cuando escuchó de un rico injusto que arrebató una oveja a su vecino pobre, se enojó y mandó a castigar al rico. El problema fue que esa era una ilustración de su propia vida, siendo injusto con otros pero quería hacer justicia entre el rico y el pobre. ¡Él era el rico injusto!

Después que Israel se acercó al Señor con todo el corazón, haciendo los respectivos sacrificios y ofrendas para hacer las paces con Dios, y se humillaron delante de Dios sacando el tiempo para hacer ayunos y oraciones, entonces clamaron y pidieron la voluntad de Dios, y esperaron la confirmación si debían atacar o no. Ahora no estaban pidiendo que Dios aprobara la voluntad de ellos sino que Dios hiciera Su divina voluntad.
Entonces, Dios no solo le respondió que subieran, sino que también les afirmó que Él iba a entregar a los benjaminitas en sus manos para que ellos fueran castigados y enjuiciados por sus actos malévolos.
Tanto las tribus de Israel como la tribu de Benjamín habían fallado a Dios por muchos años, pero cuando las tribus de Israel se humillaron y vinieron correctamente delante de Dios, el Señor los perdonó y aprobó su intención de purificar al pueblo eliminando a los criminales que no se habían arrepentido.

Es por eso que Jesucristo nos enseñó que primero debemos sacar la viga que hay en nuestro ojo antes de sacar la del vecino.
Primero arreglar nuestra casa antes de pretender arreglar otras casas ajenas. Si no, podríamos caer en hipocresía y apariencias falsas de piedad y pretensiones.
La arrogancia, altivez y maldad de Benjamín les trajo consecuencias dolorosas. Sus propios...