Notas En Español e Ingles:

Jueces 5: Voluntarios Valientes.
Jueces 5:1-9: (Leer en sus biblias)
“Cuando escogían dioses nuevos, la guerra estaba a las puertas; y no se veía ni lanza ni escudo entre cuarenta mil en Israel. ¡Mi corazón está con los jefes de Israel! Los que voluntariamente se ofrecieron entre el pueblo: ¡Bendigan al SEÑOR!
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Este capítulo es un himno de declaración de victoria de Débora y Barac. El tema de este canto es contar cómo era la situación tan triste de un pueblo que estaba oprimido pero que ahora estaba siendo liberado, gracias a la actitud voluntaria de hombres y mujeres que tomaron la decisión de salir del temor y tomaron acciones valerosas ante el enemigo.
Cuando se hizo el llamado por toda la región de Israel, unas tribus en el norte aceptaron el llamado y otras tribus fueron negligentes, miedosas o indiferentes ante el problema de sus hermanos.
¡Pero gracias a Dios que levantó a miles con corazón dispuesto, que aunque tenían menos ventajas sobre el enemigo, ellos creyeron en la palabra de Dios y salieron confiando que el Señor estaba con ellos!
Al final del cántico se le da un honor especial a Jael, la mujer que Dios usó junto a Débora para darle la estocada final al enemigo, matando al rey de forma muy sutil, hábil y valerosa.

Aquí vemos la importancia de escuchar la voz de Dios y también de tomar acción y levantarse. Un corazón voluntario, dispuesto y valiente es aquel que da el primer paso de fe cuando muchos están dudando en darlo. Es aquel que pone primero el bienestar de otro que el de él mismo. Es el que arriesga todo porque ve que la recompensa es mejor. Lo hace por su familia y sus hijos. Lo hace creyendo en sus convicciones firmes y por sus principios de vida.

Hoy quiero reconocer la labor de aquellos hombres y mujeres que tomaron la decisión de unir sus vidas para levantar una familia bajo el temor de Dios, que renunciaron a otros planes y ambiciones personales por mantener el hogar unido, que declinaron ofertas buenas porque vieron que el hogar podría ser afectado, que sus hijos sufrirían y estarían más vulnerables ante los peligros del diario vivir.
Honramos a las madres que decidieron dedicarse a la crianza de sus hijos, renunciando a placeres personales e individuales y por años se desvelaron, madrugaron y se negaron a sí mismas por el bienestar de sus hijos.
En una sociedad donde muestran a los hijos como estorbos y hasta se ha aceptado el aborto porque ven a un bebe como obstáculo para poder prosperar, estas madres valientes creyeron a la Palabra de Dios que dice que los hijos son herencia del Señor, y aunque no han sido perfectas y han cometido errores en este trayecto de la crianza, dieron lo mejor de sí mismas, y se comprometieron delante de Dios a levantar hijos con principios y valores, como buenos ciudadanos para la sociedad.
Las que tienen su esposos, ellas han sido para ellos ese apoyo y respaldo, animando a su esposo y aconsejándolo con palabras de fortaleza, aconsejando con firmeza pero con compasión cuando está haciendo algo erróneo en el hogar.
También a aquellas que no tienen un esposo a su lado pero que han hecho al Señor como su esposo fiel, y se han levantado como Débora entre sus hijos como un pilar de provisión material pero también espiritual, una columna de fortaleza, como un faro que los guía en medio de la oscuridad.

Honramos a esos padres que no siguieron el ejemplo de sus amigos que tuvieron hijos pero nunca respondieron por ellos y vivieron vidas desordenadas, sin ningún propósito noble y admirable. Gracias, padres esforzados, porque se han mantenido fieles y perseverantes con su compromiso voluntario de amar, proveer y proteger. Por levantarse como un líder en el hogar y tomar las riendas espirituales de su familia, intercediendo por su matrimonio y sus hijos, peleándolos de rodillas y ganándole batallas espirituales al enemigo...