Todo el diálogo entre Job y sus amigos gira en torno al argumento de la retribución: si eres bueno y agradable delante de Dios te irá bien en la vida, si eres pecador tendrás calamidades y dolor.
Los amigos de Job sostenían que este había pecado y por lo tanto, estaba pagando su maldad. Job buscaba consuelo y aliento, desilusionado de sus amigos, encuentra que su única esperanza es apelar a Dios y hace una de las preguntas que el ser humano siempre se ha hecho ¿cómo puede un mortal justificarse ante Dios?