"Oye, ¿te has fijado en cómo iba vestido Juan?". La gente, continuamente, juzga; y, por regla general, lo hace por las apariencias. La sociedad, en cambio, juzga por lo que hacemos o por lo que no hacemos. Cuando se trata del entorno profesional o laboral, se nos juzga por lo que sabemos o por como realizamos, o deberíamos realizar, aquello que sabemos hacer. Vivimos sometidos, continuamente, a juicios, sin olvidar, claro está, que nosotros mismos muchas veces también juzgamos a los demás.