El agua, fuente primordial de vida, ha pasado de ser un recurso natural dado por sentado a convertirse en el centro de debates geopolíticos, desafíos climáticos y oportunidades de desarrollo. En América Latina, una región abundante en ríos, acuíferos y biodiversidad, el agua ya no solo representa un bien ambiental: es un instrumento estratégico para la paz, la cooperación y el progreso económico.