Érase una vez un mundo mágico de luz y de color, en el que cada conflicto se resolvía por intervención del destino, cada villano era un racista y un machista, cada protagonista era una Mary Sue empoderada y cada minoría etnolingüística típica de la ciudad de Nueva York tenía su lugar entre el bestiario de mágicas criaturas que poblaban el alterverso.
El problema era que esa historia tan maravillosa aburría a muerte a los niños y encima, los genios que la contaban eran completamente incapaces de imaginar otras historias.
Por lo que, para no quedar como unos incompetentes, esos grandes genios idearon un gran plan: cogerían otras historias que sí que sabían que les gustaban a los niños, les robarían el título, el mundo y los personajes, y los usarían para contar su historia. ¡¿Qué podría malir sal?!
Los niños, que tontos no son, se daban cuenta de que algo no estaba bien en la manera en que les contaban esas historias que de sobra conocían pero como no sabían identificar el fallo, porque los genios se gastaban cuantiosos recursos en disfrazarlas y adornarlas con luces de colores y papel de celofán, empezaron a criticar esas cosas que veían que se repetían ad nauseam, es decir, los grupos etnolingüísticos de Nueva York, la peña sexualmente diversa y las protas empoderadas.
Y a esos elementos los llamaron "Woke", y en criticarlos se gastaban todas sus energías.
O tal vez fueron los genios los que se inventaron la palabra... Tanto da...
Lo importante es que ahora los genios son felices porque ya no necesitan inventarse nuevas historias, y los niños que los critican pueden ser catalogados de niños malos.
Así es como lo Woke se convirtió en la excusa perfecta para hacer el vago y el mundo real se fue ha ido convirtiendo cada día más en ese mundo fantástico y acartonado de la historia de los genios. Un mundo de buenos y malos, donde las falacias sustituyen a los argumentos y lo superficial es lo importante.
Pero pero pero pero.... ¿Y si de repente aparece un grupo de niños que no se deja engañar? ¿Y si resulta que ya se están cansando de la excusa woke y han visto lo falaz de ese argumento?
Vamos a montar un intrascendente debate sobre ese tema y contamos para ello con unos ejemplos morrocotudos basados en universos de fantasía.
Hoy debatimos sobre Rings of Power y The House of the Dragon. El fracaso de una resulta abrumador comparado con el éxito de la otra pero ambas se podrían considerar "Woke". ¿Qué es lo que falla entonces? ¿Es posible que eso que nos han querido vender como "Woke" sea en realidad algo completamente diferente?
Alla que os va la despedida de otra de nuestras queridas secciones: en este caso La Ruta del Troll.
Ahora pincha el play antes de que venga J.J. Abrams y le haga una adaptación.
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