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La Acidez: Un Picante y Ardiente Drama Gastronómico. Imagínate que decides celebrar el final de una semana agotadora con tu comida favorita: una pizza gigante con todos los ingredientes que adoras. Sí, esos bien condimentados que, aunque te hacen la boca agua, son los principales sospechosos de esa desagradable sensación que a veces sientes en el pecho después de comer. Así es, hablamos de la temida acidez. ¡Ay! La acidez es como ese invitado no deseado que aparece justo cuando estás empezando a disfrutar de la fiesta. Se siente como si alguien hubiera encendido una pequeña fogata justo cerca de tu corazón. Pero no te preocupes, no estás a punto de protagonizar una balada romántica ardiente, es solo tu esófago protestando. ¿Pero por qué? Veámoslo como un viaje de la pizza. Tu bocado de pizza pasa por tu boca, desciende por el esófago y se lanza a la piscina de ácidos en tu estómago. Allí, en la entrada del estómago, hay un valiente guardia llamado esfínter cardiaco. Este musculoso portero normalmente asegura que nada de la fiesta del estómago regrese al esófago. Sin embargo, a veces, bajo el influjo de comidas muy condimentadas o picantes, este esfínter se relaja y deja pasar a los revoltosos ácidos. OYE LEE VE https://bit.ly/acidez
By Jose MoyaLa Acidez: Un Picante y Ardiente Drama Gastronómico. Imagínate que decides celebrar el final de una semana agotadora con tu comida favorita: una pizza gigante con todos los ingredientes que adoras. Sí, esos bien condimentados que, aunque te hacen la boca agua, son los principales sospechosos de esa desagradable sensación que a veces sientes en el pecho después de comer. Así es, hablamos de la temida acidez. ¡Ay! La acidez es como ese invitado no deseado que aparece justo cuando estás empezando a disfrutar de la fiesta. Se siente como si alguien hubiera encendido una pequeña fogata justo cerca de tu corazón. Pero no te preocupes, no estás a punto de protagonizar una balada romántica ardiente, es solo tu esófago protestando. ¿Pero por qué? Veámoslo como un viaje de la pizza. Tu bocado de pizza pasa por tu boca, desciende por el esófago y se lanza a la piscina de ácidos en tu estómago. Allí, en la entrada del estómago, hay un valiente guardia llamado esfínter cardiaco. Este musculoso portero normalmente asegura que nada de la fiesta del estómago regrese al esófago. Sin embargo, a veces, bajo el influjo de comidas muy condimentadas o picantes, este esfínter se relaja y deja pasar a los revoltosos ácidos. OYE LEE VE https://bit.ly/acidez