En esta oportunidad no conversaremos sobre organismos marinos, sino sobre el Picote Tequila (Zoogoneticus tequila) un pez de agua dulce que se extinguió  de su entorno natural y gracias a la acuariofilia responsable pudo ser rescatado de su extinción total y restaurado a su hábitat.

Este ejemplo del Picote Tequila refleja lo mucho que también la acuariofilia marina puede y debe hacer para preservar los amenazados arrecifes coralinos y peces que por el cambio climático, la contaminación, acidificación y otros factores los tienen en condiciones vulnerables. 

Sin duda el acuarismo bien llevado es un banco genético y un arca para la preservación futura de organismos.