Muchas veces hemos escuchado que Jesús dio su vida por nosotros, para cargar las consecuencias de nuestro pecado, pero ¿se ha preguntado realmente lo que esto significa? ¿Qué pasó por la mente de Jesús cuando asumió esa carga?

En la prédica de hoy podemos entender con claridad la magnitud de Su sacrificio, y al hacerlo, sentiremos una gratitud profunda hacia Él, por todas las bendiciones que su sufrimiento trajo hoy a nuestra vida.