La ausencia del E3 este año ha traido de vuelta el debate acerca de los eventos presenciales. Más allá de los anuncios, el poder probar y ver los juegos físicamente siempre han supuesto un plus para la industria y los fans. De ahí que un descafeinado Summer Game Fest haya sacado el tema a la palestra de nuevo. Por otra parte, las declaraciones de Geoff Kighley y la incoherencia de los Game Awards vuelven a ser tendencia por la polémica de las fechas y unas reglas un tanto... extrañas.