A la Ayahuasca le llamamos medicina pero a fin de cuentas es como un doctor que está diagnosticando junto con el paciente cuáles son los procesos o causas de su situación y juntos salir adelante de ese sistema oscuro para volver al equilibrio.
Ahora bien, la Ayahuasca no sólo es sanación álmica, liberación emocional, o un diagnóstico del pasado para resolverlo; sino también es una filosofía de conocimiento que nos ayuda a conocernos cada vez más en nuestro propio ser y el entorno. Por lo que no hay vicio en la Ayahuasca sino constancia en el trabajo interno.