• Hermenéutica de la Confianza: Aboga por la auto-atestación de la Escritura. Sostiene que la diversidad de estilos literarios no es evidencia de autoría múltiple y contradictoria, sino un testimonio de la "riqueza y complejidad de la inspiración orgánica y confluente" del Espíritu Santo como Autor primario, guiando a autores humanos secundarios.

La crítica moderna yerra al suponer que un Autor divino único implicaría un estilo monolítico. El documento argumenta que la diversidad es una manifestación del poder creativo de Dios. La inspiración no es dictado mecánico, sino "superintendencia divina que obra a través de las personalidades, vocabularios e investigaciones de los autores humanos".

• Estilo "Saga": Caracterizado por laconismo y ausencia de comentarios editoriales explícitos. Se interpreta como una "técnica pedagógica divinamente inspirada" que obliga al lector a ejercer discernimiento moral (ej. David, Mical y Paltiel en 2 Samuel 3:12-16). Fomenta la madurez espiritual.
• Estilo "Deuteronomista": Pasajes con juicios explícitos sobre reyes (ej. Omrí en 1 Reyes 16:23-28) y énfasis en la ley. No son adiciones tardías con "agenda", sino "comentarios inspirados, divinamente proporcionados para asegurar que la historia de Israel sea interpretada correctamente a la luz del pacto". La acumulación de sinónimos para la ley de Dios (1 Reyes 6:11-13) enfatiza la suficiencia y totalidad de la revelación divina.
• Estilo "Sacerdotal": Caracterizado por repetición y lenguaje formulario (ej. Números 9:15-23; Génesis 1). Es "perfectamente adecuado para su materia" (culto, pureza, creación), exigiendo precisión, solemnidad y orden. La repetición en la creación es "litúrgica y teológicamente profunda", estableciendo el ritmo divino.

La presencia de estos estilos en un mismo libro es vista como la "manifestación de un Autor Divino que utiliza un repertorio completo de herramientas literarias para comunicar Su verdad multifacética", no como un "entretejimiento" incongruente.

El documento defiende que una lectura reverente, que presupone unidad e inerrancia, resuelve las supuestas "incoherencias".

• El Discurso Final de David (1 Reyes 2:1-9):La crítica lo ve como una "desconcertante" mezcla de piedad y venganza.
• El documento argumenta que no hay contradicción: David exhorta a Salomón a su deber vertical para con Dios (vv. 1-3, guardar la ley) y a su deber horizontal como rey (vv. 5-9, ejecutar justicia sobre hombres impíos como Joab y Simei, que merecían la muerte según la ley). No es "venganza sangrienta", sino "un acto de piedad y justicia real, perfectamente coherente con la obediencia a la ley de Dios".
• La Narrativa del Diluvio (Génesis 6-9):Duración: No hay contradicción entre "cuarenta días" (Génesis 7:12, duración de la lluvia) y el "año" (Génesis 7:11 y 8:13-14, duración total de la estancia en el arca).
• Número de Animales: La aparente discrepancia entre "una pareja de cada especie" (Génesis 6:19-20) y "siete parejas de los animales puros y una de los impuros" (Génesis 7:2-3) es un ejemplo de "revelación progresiva y especificación". El primer mandato es general; el segundo, específico y adicional, para proveer animales para el sacrificio post-diluvio (Génesis 8:20). Esto "demuestra la presciencia y la sabiduría del plan de Dios".
• Moisés en el Monte Sinaí (Éxodo 24):La crítica fragmenta el relato en tres incoherencias.