La hipótesis de la biosfera sombra sugiere que podría existir una forma de vida en la Tierra con una bioquímica completamente distinta a la conocida, que hasta ahora ha pasado desapercibida. Estos organismos podrían habitar entornos extremos como el subsuelo terrestre, minerales exóticos o zonas con altas concentraciones de radiación y metales pesados.