En su conjunto, el proyecto Apolo duró un total de doce años, y el Apolo 11 representó tan sólo una fracción del trabajo que se invirtió en la carrera de Estados Unidos para llegar a la Luna.
Así, siguiendo con el proyecto en noviembre de 1969, la tripulación del Apolo 12 fue la siguiente expedición mandada a la luna. En un alarde de precisión, aterrizaron junto a la Surveyor 3 en el océano de las Tormentas que llevaba allí desde abril de 1967. Durante el despegue el cohete Satruno-V sufrió el alcance de un rayo, sin que se produjeran daños ni al cohete ni a la nave Apolo que transportaba, lo que demostraba la seguridad del conjunto cohete - nave