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La Consumación de la Redención
Introducción:
La redención es un tema central en la Escritura, revelando el plan divino para restaurar la relación rota entre Dios y la humanidad. Este estudio se centrará en la "Redención del Cuerpo", explorando Romanos 8:23 y otras escrituras relacionadas para comprender la futura consumación de la redención de los Hijos de Dios.
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27), pero la entrada del pecado (Génesis 3) distorsionó la perfección original. Desde entonces, la creación ha esperado la manifestación de los hijos de Dios para su liberación (Romanos 8:19).
En Romanos 8:19-23, el apóstol Pablo presenta un cuadro de la creación gimiendo y esperando la revelación de los hijos de Dios. Este pasaje destaca la conexión entre la redención humana y la restauración cósmica. La creación anhela la liberación que acompañará la redención total.
Romanos 8:23 nos dice: "Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo". Aquí, la "redención del cuerpo" apunta a la liberación completa de las consecuencias del pecado, incluyendo la resurrección gloriosa en la presencia de Dios.
En Efesios 4:30-32, Pablo destaca la importancia del Espíritu Santo como sello de la redención. El Espíritu sella a los creyentes para el día de la redención y sirve como garantía de la herencia eterna.
Colosenses 3:4 refuerza la idea de la futura redención al declarar que cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces también nosotros seremos manifestados con él en gloria. Aquí, la redención total incluye la transformación completa del ser en la imagen de Cristo.
En 1 Corintios 15:51-53, Pablo habla sobre la transformación instantánea en la resurrección. Los cuerpos corruptibles serán cambiados a cuerpos incorruptibles, preparándonos para la eternidad con Dios.
La redención del cuerpo, como se presenta en Romanos 8:23, es la culminación del plan divino de restauración. A través de la obra redentora de Cristo y la obra continua del Espíritu Santo, los creyentes esperan la redención total de sus cuerpos en la gloriosa presencia de Dios. La consumación de la redención es la promesa divina que infunde esperanza y consuelo a los hijos de Dios mientras aguardan el día de la redención completa. Que esta esperanza nos inspire a vivir en gratitud y fidelidad a nuestro Salvador.
Música de fondo por: Oleg Kyrylkovv from Pixabay
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
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By Hno. Francisco Velázquez CruzIntroducción:
La redención es un tema central en la Escritura, revelando el plan divino para restaurar la relación rota entre Dios y la humanidad. Este estudio se centrará en la "Redención del Cuerpo", explorando Romanos 8:23 y otras escrituras relacionadas para comprender la futura consumación de la redención de los Hijos de Dios.
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27), pero la entrada del pecado (Génesis 3) distorsionó la perfección original. Desde entonces, la creación ha esperado la manifestación de los hijos de Dios para su liberación (Romanos 8:19).
En Romanos 8:19-23, el apóstol Pablo presenta un cuadro de la creación gimiendo y esperando la revelación de los hijos de Dios. Este pasaje destaca la conexión entre la redención humana y la restauración cósmica. La creación anhela la liberación que acompañará la redención total.
Romanos 8:23 nos dice: "Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo". Aquí, la "redención del cuerpo" apunta a la liberación completa de las consecuencias del pecado, incluyendo la resurrección gloriosa en la presencia de Dios.
En Efesios 4:30-32, Pablo destaca la importancia del Espíritu Santo como sello de la redención. El Espíritu sella a los creyentes para el día de la redención y sirve como garantía de la herencia eterna.
Colosenses 3:4 refuerza la idea de la futura redención al declarar que cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces también nosotros seremos manifestados con él en gloria. Aquí, la redención total incluye la transformación completa del ser en la imagen de Cristo.
En 1 Corintios 15:51-53, Pablo habla sobre la transformación instantánea en la resurrección. Los cuerpos corruptibles serán cambiados a cuerpos incorruptibles, preparándonos para la eternidad con Dios.
La redención del cuerpo, como se presenta en Romanos 8:23, es la culminación del plan divino de restauración. A través de la obra redentora de Cristo y la obra continua del Espíritu Santo, los creyentes esperan la redención total de sus cuerpos en la gloriosa presencia de Dios. La consumación de la redención es la promesa divina que infunde esperanza y consuelo a los hijos de Dios mientras aguardan el día de la redención completa. Que esta esperanza nos inspire a vivir en gratitud y fidelidad a nuestro Salvador.
Música de fondo por: Oleg Kyrylkovv from Pixabay
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