En este 10º episodio de La órbita de Alberto tratamos el tema de la envidia. Es la historia de un Olivar antiguo y al que llega la discordia en forma de una luciérnaga que se posa sobre un olivo al azar.

Este olivo se ve distinguido por la luciérnaga y todas las amigas que llegan nuevas, iluminándose como un árbol de Navidad. Esta situación totalmente azarosa hace que el olivo se sienta diferente. Por otro lado, los demás olivos sienten que no es justo que ellos se vean feos oscuros y arrugados en comparación con su compañero. Genera en ellos el sentimiento de envidia. Le hacen una llamada de atención a que deje de cantar y sentirse especial. Quieren que vuelva al orden y que sea gris como los demás. Pero el olivo no puede parar de sentirse especial. Lleva tantos años sintiéndose mediocre como los demás. Esto no lo soportan los demás olivos que totalmente inundados por la envidia arrancan sus raíces y se lanzan contra el olivo especial. Las luciérnagas huyen inmediatamente y la situación se convierte en una batalla campal.

Cuando la agricultor llega al día siguiente solo se encuentra los restos de los olivos. Ramas y troncos destruidos sobre el campo yermo. El agricultor se pregunta qué clase de inclemencia ha podido producir tal desastre. No puede ni imaginarse que ha sido la envidia

Este cuento nos enseña que no dejemos dejarnos llevar por la envidia porque lo único que trae es destrucción de los demás y de nosotros mismos. Debemos valorar lo que tienen los demás de especial incluso lo que consiguen por azar. Debemos esforzarnos en hacer nosotros nuestra vida especial sin necesidad de hacer que los demás se vuelvan mediocres. La envidia es uno de los grandes males de nuestra sociedad. Este cuento puede enseñar tanto a niños como mayores hay enfocarnos en nuestra propia vida y en nuestra propio modo de caminar no debemos limitar los caminos de los demás hay que dejarlos andar y evolucionar, según sus intereses y deseos, es posible y deseable que todos podamos desarrollarnos sin limitar a los demás y sin compararnos ni juzgar

no olvides seguir el podcast de La órbita de Alberto y así estarás al tanto de bonitos cuentos como este. Cuentos hechos con cariño y con la intención de enseñar. Unas veces ciencia y otras veces cosas que nos ayudan a caminar. Por eso se llaman cuentos conciencia. Porque a veces enseñan ciencia y otras veces nos ayuda aumentar nuestra consciencia.

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