Un aficionado de un reconocido equipo del fútbol colombiano decidió acabar con su vida, pero las manifestaciones culturales alrededor de lo que pasó no parecen ser muy conscientes de por qué la vida humana solo le pertenece a Dios
Un aficionado de un reconocido equipo del fútbol colombiano decidió acabar con su vida, pero las manifestaciones culturales alrededor de lo que pasó no parecen ser muy conscientes de por qué la vida humana solo le pertenece a Dios