Lo llamaremos Mindfulness navideño.
La atención plena se puede aplicar a todo, en cualquier momento podemos experimentar sus beneficios y, cómo no, la Navidad es un tiempo para ponerlo en práctica y notar cómo todo cambia cuando percibimos lo obvio del año transcurrido, su rostro, lo que opinan, sus experiencias vividas, han pasado un año y muchas cosas en nuestra vida han cambiado, familiares que ya no están, hijos que no pueden compartir la cena.
Fluye, Si te identificas con estas situaciones o sensaciones, respira profundo y fluye.