Tenemos explicaciones científicas que demuestran la relación que existe entre nuestras enfermedades y nuestros pensamientos negativos que mantenemos de forma crónica.
En suma, el daño que producimos a nuestra salud física y mental por el mantenimiento de la culpa y del resentimiento crónico es tan importante que, aun sin considerar las importantes razones éticas o espirituales, debiéramos intentar desarrollar la Compasion y amabilidad hacia nosotros mismos para liberar a nuestra mente del daño que le ocasionamos.