Muchos hombres y mujeres han dejado su huella en la historia a causa de un don que poseían. La fe. Este don les llevó a valorar a Dios, un Ser invisible, por encima de todos los placeres momentáneos.
Hebreos 11:1-3 (Reina-Valera 1960)
1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.