La muerte no fue un obstaculo para que estos hombres de Dios bendijeran a sus hijos. Murieron esperansados. Sabían que sus sueños se verían realizados después de su muerte.
Hebreos 11:20-22 (Reina-Valera 1960)
20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras.
21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.
22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.