No mires al espejo, mírame a mí, escúchame. Estás preciosa. No hay más opciones que esta, solo una frase puede sonar en tu cabeza: eres jodidamente perfecta.
No mires al espejo, mírame a mí, escúchame. Estás preciosa. No hay más opciones que esta, solo una frase puede sonar en tu cabeza: eres jodidamente perfecta.