Giorgi Mamardashvili publicó ayer un video en el que se despide del valencianismo a través de sus redes sociales. Unas imágenes y palabras emotivas en las que agradece el trato recibido estos cuatro años a club y aficionados. Nada que reprocharle: llegó casi gratis y deja en caja un buen pellizco: 30 millones fijos, más 5 en variables, más el 10% de una futura venta. Además de lo material, conviene poner en valor lo emocional. Publicar ese video de agradecimiento es una decisión personal de Giorgi. Es su agencia de representación la que ha preparado con cariño esas imágenes. Eso es saber irse de un sitio y dar las gracias como corresponde. En esto, Mamardashvili puede darle lecciones a más de un ex compañero, valencianos incluso. Se merece todo lo bueno que le pase. En Anfield… o dónde sea.