La esencia del Mesías es su unción: Dios lo elige y lo capacita de modo incomparable. Con esa fuerza divina, Cristo transforma, libera y vence, y por eso en Adviento esperamos al Ungido.
La esencia del Mesías es su unción: Dios lo elige y lo capacita de modo incomparable. Con esa fuerza divina, Cristo transforma, libera y vence, y por eso en Adviento esperamos al Ungido.