La idolatría y egolatría de los cristianos modernos que se quedan callados al escuchar blasfemias de su "señor y Salvador' que ellos desconozen íntimamente, pero según ellos lo "aman", estos soñolientos caninos se comportan como demonios con el prójimo cuando alguien dice algo constructivo, destructivo, critica, sátira o sugerencia de sus ministros salvadores que los sujentan bajo su autoridad, así exhiben su verdadero estado espiritual y no el que profesan. Advertencia: no apto para sensibles y fanáticos de sus ministerios e iglesias...