A lo largo de la historia, los mapas han guiado exploradores y navegantes, pero no siempre han sido precisos. Un caso emblemático es el de Sandy Island, una isla que figuró en cartas náuticas desde el siglo XIX y hasta en Google Earth, pero que, en 2012, resultó ser inexistente. Su misteriosa desaparición plantea interrogantes sobre errores cartográficos, posibles islas efímeras e incluso fallos en la tecnología moderna.