En la llegada a Cristo Jesús a este mundo, nada era ni desafortunado ni accidental, sino que todo estaba siguiendo un plan glorioso de Dios, para revelar nos su gran mensaje.
En la llegada a Cristo Jesús a este mundo, nada era ni desafortunado ni accidental, sino que todo estaba siguiendo un plan glorioso de Dios, para revelar nos su gran mensaje.