Jesús inicia su ministerio y lo hace enseñando, predicando, y sanando; su ministerio tiene palabra, pasión, y acción. Mateo, el escritor de este evangelio, nos presenta detalles que nos permiten conocer a Cristo y cómo actúa. Su misterio comienza cuando Juan el Bautista en encarcelado, no lo hace antes. Su ministerio comienza basado en lo que había dicho el profeta Isaías.

Luz llegará a los pueblos, a todos los pueblos, a judíos y gentiles. El cambio llegará y alegrará a los moradores de la tierra como se alegra el campesino cuando ve la cosecha, como se alegra el que canta victoria al terminar la guerra. ¿La razón? La promesa hecha en tiempos inmemoriales se está cumpliendo. El rey ha llegado.

El rey está aquí. Este rey es el consejero admirable, es el Dios fuerte, es el padre eterno, es el príncipe de paz. Su reino no tendrá fin, estará en el reino de David. La paz no tendrá límite. Mateo menciona la primera parte del pasaje de Isaías, pero con seguridad en la mente de los primeros lectores aparecieron las poéticas imágenes del nacimiento y reinado del Mesías anunciado por el profeta.

En Jesús se cumple la escritura. Y ahora Jesús recorre Galilea, reuniendo un equipo de hombres del común para darles una misión del cielo; recorre Galilea enseñando, predicando, y curando a los necesitados.

¿Qué podemos aprender? Quién es Jesús, qué gente le rodea, cuál es su misión. Y nosotros, hoy, podemos recibir su reino de luz, ser parte de su equipo, unirnos a la tarea de enseñar, predicar, y curar los necesitados. Hoy todos podemos ser Jesús en nuestro contexto.

Musicalización: Natanael Ospina