Aunque no se mencione el Nombre de Dios en este libro, podemos ver como la mano de Dios se encuentra en todos los eventos que se desarrollan.
La lección fortalecedora para cada uno es que el Señor es el que nos ha traído de su mano en todo nuestro caminar, y los momentos, hechos y lugares en los que estamos, han sido en su propósito.