Durante siglos, la ciencia ha situado la memoria exclusivamente en el cerebro. Pero algunas investigaciones recientes abren la puerta a una posibilidad que aún suena a ciencia ficción: ¿y si otras partes del cuerpo también pudieran recordar?
Durante siglos, la ciencia ha situado la memoria exclusivamente en el cerebro. Pero algunas investigaciones recientes abren la puerta a una posibilidad que aún suena a ciencia ficción: ¿y si otras partes del cuerpo también pudieran recordar?