En un poblado del estado de Querétaro, México, a inicios de los 90s se aseguraba que el agua que salía de un pozo curaba todo, incluso el cáncer. Debido a esto sus popularidad escaló a nivel mundial, visitantes de todos los rincones acudían para conseguir el preciado líquido. Sin embargo, las consecuencias que trajo dicho fenómeno fueron mas graves de lo que podían imaginar