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En esta reflexión estudiamos la muerte de Lázaro y porque Jesús permitió que muriera.
Juan 11:1-15
11 Estaba enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana. 2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos). 3 Enviaron, pues, las hermanas a decir a Jesús: —Señor, el que amas está enfermo. 4 Jesús, al oírlo, dijo: —Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: —Vamos de nuevo a Judea. 8 Le dijeron los discípulos: —Rabí, hace poco los judíos intentaban apedrearte, ¿y otra vez vas allá? 9 Respondió Jesús: —¿No tiene el día doce horas? El que anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. 11 Dicho esto, agregó: —Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo. 12 Dijeron entonces sus discípulos: —Señor, si duerme, sanará. 13 Jesús decía esto de la muerte de Lázaro, pero ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. 14 Entonces Jesús les dijo claramente: —Lázaro ha muerto, 15 y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis; pero vamos a él.
En esta reflexión estudiamos la muerte de Lázaro y porque Jesús permitió que muriera.
Juan 11:1-15
11 Estaba enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana. 2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos). 3 Enviaron, pues, las hermanas a decir a Jesús: —Señor, el que amas está enfermo. 4 Jesús, al oírlo, dijo: —Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: —Vamos de nuevo a Judea. 8 Le dijeron los discípulos: —Rabí, hace poco los judíos intentaban apedrearte, ¿y otra vez vas allá? 9 Respondió Jesús: —¿No tiene el día doce horas? El que anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. 11 Dicho esto, agregó: —Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo. 12 Dijeron entonces sus discípulos: —Señor, si duerme, sanará. 13 Jesús decía esto de la muerte de Lázaro, pero ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. 14 Entonces Jesús les dijo claramente: —Lázaro ha muerto, 15 y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis; pero vamos a él.