LA OVEJA DOLLY

La gran competencia del hombre por controlarlo todo, inclusive a la naturaleza, lo ha llevado a desafiar a la vida creando versiones de ella misma, aunque esto parezca descabellado.

En 1996, en Midlothian, a pocos kilómetros de Edimburgo, Escocia, el 5 de julio se registró en secreto el nacimiento de una oveja, ¿pero qué de especial puede tener el nacimiento de una oveja para que eso se mantenga en secreto?, pues su rareza. No todos los días una oveja de raza blackface da a luz a una oveja de raza dorset, y menos si su fecundación se realizó con el uso de células somáticas adultas, es decir, de un tipo de célula que en nada estaba relacionada con células embrionales o fetales y que hasta ese día las experiencias con ese tipo de células habían terminado en fracasos.

El nacimiento de Dolly se hizo público 7 meses después, y esa revelación dio paso a intensos debates sobre la osadía de la mente humana en retar a la naturaleza y la preocupación de ¿en qué pararía toda aquella insana ambición?

Muy aparte de todas esas discusiones, lo interesante es conocer cómo fue ese proceso científico para lograr que aquel óvulo desnucleado se lograra fusionar con la célula somática gracias a descargas eléctricas graduales y controladas, También resulta bastante curioso conocer el desempeño de la vida de Dolly, su capacidad para procrearse, las enfermedades que le aquejaron y el enorme misterio biológico que llamó la atención en el durante y después de su muerte y, por último, por qué fue bautizada con el nombre Dolly.

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