Ayer la familia de Jesús se quiso quedar fuera. Ahora Jesús anima a entrar, a escuchar la palabra y hacer que haga su obra en nosotros. Esto es decisivo, quien acepta la palabra la debe cuidar, debe ser constante, no se debe dejar llevar por las preocupacione y sus miedos sino confiar y al vida el resultado es maravilloso, va a dar vida.