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¡Bienvenidos, apasionados oyentes, a un nuevo episodio de Fuertes y Fabulosas! Hoy, compartiré contigo cómo la papaya se convirtió en mi aliada para superar la ansiedad. Todo comenzó en mi restaurante favorito, donde disfrutaba de una empanada frita con limón. Fue en ese momento cuando mi cuerpo dijo basta y experimenté una sensación que nunca creí que llegaría a su límite. Un 23 de septiembre, después de darle un mordisco a la empanada, experimenté un dolor abdominal intenso que me llevó al hospital.
Con incertidumbre sobre lo que estaba sucediendo, sometí mi cuerpo a una serie de exámenes que revelaron el diagnóstico de gastritis. Se me recetó una gran cantidad de medicamentos para mejorar mi salud, pero como bien sabemos, algunos tratamientos pueden tener efectos secundarios perjudiciales para otros órganos. Siendo alguien que ha explorado diversas terapias, desde ejercicio hasta hipnosis, puedo afirmar hoy en día que gracias a la gastritis y a un cambio drástico en mis hábitos alimenticios, la ansiedad se ha desvanecido.
No permitas que la ansiedad gobierne tu vida; busca ayuda y, sobre todo, escucha a tu cuerpo, que es la mejor alarma de alerta que puedes tener.
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¡Bienvenidos, apasionados oyentes, a un nuevo episodio de Fuertes y Fabulosas! Hoy, compartiré contigo cómo la papaya se convirtió en mi aliada para superar la ansiedad. Todo comenzó en mi restaurante favorito, donde disfrutaba de una empanada frita con limón. Fue en ese momento cuando mi cuerpo dijo basta y experimenté una sensación que nunca creí que llegaría a su límite. Un 23 de septiembre, después de darle un mordisco a la empanada, experimenté un dolor abdominal intenso que me llevó al hospital.
Con incertidumbre sobre lo que estaba sucediendo, sometí mi cuerpo a una serie de exámenes que revelaron el diagnóstico de gastritis. Se me recetó una gran cantidad de medicamentos para mejorar mi salud, pero como bien sabemos, algunos tratamientos pueden tener efectos secundarios perjudiciales para otros órganos. Siendo alguien que ha explorado diversas terapias, desde ejercicio hasta hipnosis, puedo afirmar hoy en día que gracias a la gastritis y a un cambio drástico en mis hábitos alimenticios, la ansiedad se ha desvanecido.
No permitas que la ansiedad gobierne tu vida; busca ayuda y, sobre todo, escucha a tu cuerpo, que es la mejor alarma de alerta que puedes tener.
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