Ignacio Jaén

La peor marca del mundo triunfa [podcast]

11.21.2016 - By Ignacio Jaén, consultor de Branding y Marketing estratégicoPlay

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No tenía previsto realizar un artículo sobre Marketing político pero un oyente del podcast me lo sugirió y tras las elecciones en los Estados Unidos pensé que si la peor marca del mundo iba ser presidente de los EEUU yo debía hacer un pequeño artículo explicando cómo era posible. Los resultados de Donald Trump en la carrera hacia la Casa Blanca han destrozado todos los esquemas de analistas y las ilusiones de miles de personas que querían ver a una mujer en la presidencia del país referente en Occidente. Sin embargo, la realidad se ha impuesto y la excelente carrera y preparación de la candidata republicana ha chocado con una estrategia de Branding y de Marketing político que ha roto los moldes. En esto Trump no ha sido el primero, Obama ya rompió las reglas del juego en las primeras elecciones en las que consiguió la victoria al usar las redes sociales y las llamadas de teléfono para movilizar a su electorado. Sin embargo, Trump no ha seguido la misma estrategia. Veamos por qué ha ganado las elecciones la peor marca del mundo. Donald Trump, la peor marca del mundo Sin lugar a dudas, Donald Trump es la peor marca del mundo (visto desde un punto de vista academicista). Sin embargo, está claro que no debe ser tan mala cuando ha conseguido su éxito. Si fuera un logotipo, Trump es un mal logotipo. Con su flequillo rubio imposible y su aspecto de tipo bastante grimoso, excéntrico y con una esposa perfecta, Trump representa lo más alejado del candidato a la presidencia de los Estados Unidos que se puede crear en una factoría de Marketing. De hecho, creo que ni él pretendía ser el presidente. Me lo imagino jugando al golf y diciendo a su compañero de partida “si me presentase a la Presidencia ganaba a todos estos inútiles”. Y la inmediata respuesta de su acompañante “no te lo crees ni tú”. A partir de ahí un “¿que no?”… y tres días después estaba buscando un asesor para iniciar su campaña. Conexión emocional con el electorado descontento Cuando digo que Trump es la peor marca del mundo me refiero a que no cumple con los estándares y con lo políticamente correcto y eso en la carrera presidencial siempre ha tenido un peso muy importante. Sin embargo, Donald Trump ha conseguido algo que siempre pido a una buena marca y es que conecte emocionalmente con sus clientes. En eso, Trump ha hecho maravillas. En un primer momento, cualquier candidato quiere ser aglutinador del voto de la mayoría. Eso significa que debe ser moderado en sus opiniones, exquisito en sus formas y tremendamente conciliador con las minorías. Trump ha hecho lo contrario. Él se sabía perdedor en esa batalla contra los candidatos “oficiales del Partido Republicano” en las primarias, así que decidió ir a por un electorado al que nadie hacía caso porque normalmente no vota. Total, si tenía que perder que fuera con una apuesta ganadora. Fue a por el “blanco orgulloso de ser norteamericano y que se siente abandonado por los políticos de Washington”. Esos son muchos, pero podía perder a muchos otros votantes que le consideraban un extravagante millonario con ideas incendiarias. Sus contrincantes infravaloraron su capacidad de hablar como un blanco en un bar de country del Medio Oeste y su capacidad de decir en una tribuna lo que nadie quería decir. Y ahí comenzó su éxito. Fue su irreverente forma de actuar (y te aseguro que fue una actuación y que no tiene pensado llevar a cabo muchas de las cosas que ha dicho en campaña porque ni él se las cree) la que le permitió superar ronda a ronda a todos sus contrincantes, que no conectaban con la mayoría, solo con minorías (cada uno con una) lo que les hacía ser más débiles que el candidato Trump. ¿Por qué ha conectado emocionalmente con ese electorado? En primer lugar porque se trata de un electorado que no cree en la Política ni en los políticos.

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