El caso Ezequiel Demonty ocurrió en Argentina en septiembre de 2002 y es uno de los crímenes más recordados de violencia institucional y gatillo fácil.

Ezequiel, un joven de 19 años, fue detenido sin motivo junto a dos amigos por efectivos de la Policía Federal en el barrio de Nueva Pompeya, Buenos Aires. Luego de golpearlos y amenazarlos, los obligaron a cruzar a nado el Riachuelo como forma de castigo o humillación. Ezequiel no sabía nadar y murió ahogado.

El caso generó una gran conmoción social y mediática. Tras la investigación, nueve policías fueron juzgados y ocho fueron condenados en 2004 a penas de entre 8 y 25 años de prisión, siendo un caso emblemático en la lucha contra el abuso policial en Argentina.

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