Pedro nos ofrece una poderosa plan de acción para nuestras vidas cristianas, un plan que nos permite mantenernos firmes, confiados en nuestro Padre Celestial.

Primero fe en Cristo, esta fe nos lleva a buscar la virtud o una forma ética o moral que nos seguiremos, esto nos lleva a un hambre del conocimiento de la Palabra. El conocimiento, la fe y la virtud nos llevara el dominar nuestros impulsos, nuestros deseos, pues ahora buscamos lo que Dios quiere. Todo esto nos lleva a la paciencia, la calma en nuestras vidas. Esto se refleja en la piedad o una profunda devoción a Dios. Tu quieres no satisfacer tus deseos, sino que los de Dios. Acá nos lleva a algo que muchas iglesias no tienen como base, pues carecen de todo lo anterior, el amor fraternal. El preocuparnos por la necesidad del hermano en Cristo, de la humanidad perdida. La final consecuencia es la base principal de todo el universo, el amor.